Por #ColaboradorSportlast: David Barranco (Fisioterapeuta deportivo)
Frío, esa palabra que sólo oírla nos provoca una sensación desagradable y áspera en todo el cuerpo, pero con la que los profesionales de la salud y deportistas se sienten más familiarizados. El uso del frío o de la crioterapia es relativamente desconocido y su aplicación (típica pregunta en consulta de fisioterapia: ¿Qué me pongo? ¿Frío o calor?), deja ciertas interrogantes que en este artículo intentaremos desvelar.
¿Qué es?
La crioterapia es la aplicación de cualquier agente que disminuya la temperatura de los tejidos del cuerpo con un fin terapéutico. Cualquier elemento que le reste calor al organismo, sirve para realizar esta técnica:
- Cold- pack: paquetes con una sustancia química que retiene una temperatura durante 20-25 minutos. Tienen que estar en el congelador.
- Bolsas de frío instantáneo: compresas de un solo uso, no es necesario tenerlas en el congelador.
- Spray de frío: aplicación más cómoda que la anterior, pero menos eficaz.
- Piscina de agua congelada.
- Masaje con hielo.
Pero, ¿qué provoca este descenso de temperatura en nuestro organismo para que sea tan eficaz?
- Efecto antiálgico: el frío disminuye la sensibilidad, produciendo sedación local.
- Vasoconstricción: menos aporte sanguíneo en la zona, ideal para lesiones dónde aparece mucha inflamación.
- Relajación muscular: reducción de la espasticidad.
Crioterapia en el deporte
La terapia con frío tiene dos periodos de aplicación: a nivel preventivo y a nivel curativo.
- A nivel preventivo: después de cualquier actividad deportiva es necesario relajar la zona, informar al músculo que “ya ha acabado su trabajo”, enfríar la zona. Para ello, el realizar actividad física a bajo nivel (trotar) y el estirar son elementos obligatorios e indispensables. Pero, si añadimos frío (ducha con agua fría, criomasaje…) favorecemos el retorno venoso, bajamos el tono muscular, provocando que el músculo al día siguiente ya esté listo para volver a soportar una carga intensa de trabajo, reduciendo así el riesgo de lesión muscular.
- A nivel curativo: En la mayoría de lesiones deportivas hay inflamación. La inflamación en sí, no es una lesión, es un síntoma de que algo no va bien. Un proceso que realiza el cuerpo para curarse, enviando sangre (aporte nutricional) a los tejidos que se tienen que regenerar. En lesiones como tendinitis, periostitis, bursitis o fascitis, la crioterapia es parte del tratamiento fisioterapéutico.
Cada vez un poco más
En pleno siglo XXI, con la correspondiente evolución tecnológica, esta terapia ha ido aún más allá. El remedio de las abuelas para cualquier contusión o torcedura siempre ha sido la aplicación de una bolsa de guisantes (sí, esto también es crioterapia). Pero hoy en día existen las criosaunas, cabinas que aplican frío a través de vapor de nitrógeno, en las que se puede alcanzar una temperatura por debajo de 145º, provocando una pronta (casi inmediata) recuperación o adecuando al organismo a aprovechar mejor el esfuerzo, mejorando el rendimiento. Jugadores de fútbol como Cristiano Ronaldo, entidades como el CAR de Sant Cugat o selecciones nacionales de atletismo ya usan esta potente y eficaz técnica.
Como fisioterapeuta, me gustaría acabar hablando de una técnica que reúne la eficacia del frío, con la del masaje, y esta no es otra que el criomasaje. Es un masaje realizado con cubitos de hielo, de manera muy suave y paralela a las fibras para relajarlas, acelerar la recuperación y disminuir el tono muscular. Ideal cuando acabas de competir, para evitar o disminuir la aparición de agujetas y para poder volver a entrenar al día siguiente. Así pues, ¿qué hay mejor después de una cursa que un buen criomasaje?
Además de criomasaje, en Sportlast aconsejamos el uso de medias de compresión running, calcetines de compresión o medias para la circulación. Estos productos te ayudarán a cuidar tu cuerpo.
Lorena Gaviria
Gracias por compartir ésta información, interesante articulo.