“Mi entrenamiento de triatlon es de 12 horas semanales”

Por Anna Vallverdú Cortada

Desde muy pequeña en casa se ha respirado baloncesto. Mis dos hermanos grandes, David y Albert, han jugado desde que yo tengo memoria. Y yo, después de practicar diferentes deportes (gimnasia rítmica, danza, atletismo y natación), quedé impregnada por el ambiente familiar a los 8 años. Sin embargo, no me podía imaginar que unos años más tarde daría un giro a mi vida deportiva, sumergiéndome en el mundo del triatlón y llevando a cabo, por ejemplo, una planificación estricta y meticulosa. Por ejemplo, llegué a prepararme con un entrenamiento de triatlon de 12 horas a la semana.

Una carrera ascendente

Jugué al C.B.Lleida, al Reus Deportiu y al Basket Almeda. Asimismo, tuve el placer de formar parte de la selección catalana mini, infantil y cadete. Además fui la capitana en las tres categorías. Nos proclamamos primeras, terceras y sextas respectivamente.

En estos años en los cuales jugué fuera de la ciudad, acostumbraba a hacer viajes tres o cuatro veces a la semana. Así podía entrenar con el equipo o con la selección. A menudo la gente me preguntaba cómo podía hacerlo compaginándolo con los estudios de ESO. Estos me ocupaban la mañana y parte de la tarde. El tiempo no me sobraba pero yo lo veía como una ventaja, porque me ayudaba a dosificar mejor el tiempo y a aprender a planificarme. Quienes tenían realmente mérito eran mis padres, que me acompañaban en la mayoría de los viajes.

Después de 8 años de baloncesto y tantos desplazamientos, me empecé a notar un poco quemada, ya que siempre había disfrutado muchísimo de este deporte y veía que no lo estaba haciendo tanto como antes. Añoraba la sensación de exigencia que había tenido en los entrenamientos unos años atrás. Además, en casa siempre me han enseñado que si se hace una cosa se tiene que hacer al 100%. Por todo esto, decidí hacer un cambio radical: practicar triatlón. 

Cambio radical

¿Por qué triatlón? Siempre ha sido un deporte que me ha llamado mucho la atención y creí que era el momento adecuado para probarlo. Lo que al principio empezó como una “prueba”, acabó convirtiéndose en mi actual día a día, en mi pasión. Estoy compitiendo y entrenando con el club deportivo Tri-4.40, también de la ciudad. Mi entrenadora es Eva Ledesma, quién me ha sabido transmitir su amor por este deporte y me ha ayudado a sacar la parte buena de cualquier situación.

El año pasado, mi primer año, me lo tomé como un año de adaptación y aprendizaje. Ya competí en Campeonatos de Cataluña y de España. Allí vi realmente dónde estaba. También aprecié lo complejo que era el triatlón (tres disciplinas, transiciones, material…) y lo mucho que me gustaba.

Esta segunda temporada ha sido planificada de manera más ambiciosa con campeonatos de Cataluña, España, Europa, clasificatorios. De momento, gracias a la ayuda de amigos, del equipo, y sobre todo, de la familia y de Eva, he conseguido grandes logos. Conseguí alzarme como Campeona de Cataluña junior de duatló cros, 9a de España junior de duatló de carretera, 5a de España junior de duatló cros, 3a de Europa GE 16-19, Campeona de Cataluña junior de triatlón de carretera, 5a de España junior de triatlón cros. Además me he clasificado por el Campeonato de España de triatlón olímpico élite. Todavía queda por disputar el Campeonato de Cataluña de clubes de triatlón. También el Campeonato de España de triatlón de carretera, el Campeonato de España de aquatló y el Campeonato de España de triatlón olímpico élite.

La exigencia es el ingrediente del éxito

A día de hoy, tengo un entrenamiento de triatlon establecido con una media de 12 horas semanales (depende de la semana). Lo compagino con el doble grado de ADE y Derecho. A menudo me preguntan si supone mucho sacrificio. Yo siempre respondo que para mí escoger, por ejemplo, entre madrugar para entrenar y salir de fiesta nunca ha supuesto un sacrificio. Nadie me obliga. Además disfruto muchísimo haciéndolo; tanto exigiéndome el máximo en cada serie, como viendo los progresos (que a menudo, son lentos).

Es un tipo de competición, entrenamiento, y ambiente totalmente diferentes a los del baloncesto. Este deporte me ha permitido conocer personas fantásticas y vivir momentos muy especiales. Pero es cierto que ahora mismo el que me llena es practicar triatlón. También me permite seguir desarrollando más valores importantísimos para todos los aspectos de la vida. Tales como el esfuerzo, la constancia, la disciplina, la paciencia, el compañerismo, la lucha, el optimismo, la dedicación. A su vez disfruto del estilo de vida que representa y que, de hecho, me apasiona. Cada entrenamiento de triatlon y cada competición es una oportunidad para dar un paso más y me noto motivada para ir incorporando objetivos cada vez más complicados.

En definitiva, a mí lo que me mueve es hacer deporte al 100%. Para eso tengo la ayuda de todos los que me acompañan día a día.

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