El descanso también forma parte del entrenamiento

Cuando nos marcamos objetivos deportivos pensamos en mejorar nuestro tiempo, en superar la distancia, en incrementar la intensidad, en aumentar frecuencia… pero ¿qué pasa con los tiempos de descanso? A menudo no les damos la importancia necesaria y esto puede conllevar sobrecargas, lesiones, malestar, fatiga, estrés. Debemos pensar en los períodos de recuperación como parte del entrenamiento en sí y, aunque éstos son personales, lo ideal sería que tuvieras en cuenta el tipo de entrenamiento que has realizado para diseñar tu tiempo de reposo.

Durante la práctica de ejercicio físico nuestro organismo genera residuos metabólicos que necesita procesar. De esta manera, durante el descanso nuestro sistema se pone en marcha para reparar los tejidos celulares y crear nuevas moléculas biològicas. Todo esto tiene lugar durante un tiempo determinado, que dependerá de varios factores: la intensidad del entrenamiento, la preparación muscular -si hemos estirado antes de hacer ejercicio-, el propio metabolismo, la frecuencia con la que hacemos un entrenamiento de este tipo, entre otros. Para que se lleve a cabo con éxito, te recomendamos que hagas un descanso consciente, teniendo en cuenta la calidad y duración del mismo. Si por el contrario no respetas estos tiempos, tu rendimiento se puede ver afectado y el riesgo de lesión o sobrecarga muscular aumenta, por no mencionar el estado mental: cansancio acumulado, mal humor, sueño alterado. Y el deporte es para gozarlo, no para que suframos con él, ¿no te parece?

Si eres una de esas personas a quien le cuesta estar sentado sin mover las piernas y estás todo el día para arriba y para abajo, también puedes utilizar técnicas de relajación, te servirán para tu cuerpo y para tu mente. Incluso puedes hacerlo en casa, te bajas una de las aplicaciones que te comentamos en el artículo Top 10 de las mejores apps para una vida sana y sin estrés y tú decides cuándo empezar o terminar.

Aparte de todas estas indicaciones, queremos añadir algunos puntos que todos sabemos pero que no viene mal recordarlos:

  • Duerme de 7 a 8 horas diarias.
  • Deja 1 o 2 días a la semana para descansar. No hace falta que entrenes de lunes a domingo.
  • Dedica tiempo a cuidar tu mente.
  • Come bien y sigue una dieta equilibrada.
  • Acude al fisioterapeuta de vez en cuando.
  • Utiliza las medias de recuperación Sportlast para mejorar el retorno sanguíneo.
  • Márcate retos realistas a corto y largo plazo.

Y tú, ¿cómo calculas tus tiempos de descanso después de una sesión de entrenamiento?

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